lunes, 14 de diciembre de 2015
VACUNAS DE ELEFANTES
ANTICONCEPTIVA:
La primera vacuna anticonceptiva para elefantes africanos ha sido ensayada con éxito, y con ella los naturalistas tienen un nuevo medio para controlar la población del más grande animal terrestre.
Aunque el elefante africano está en peligro de extinción, la sobre reproducción es un problema en los parques y refugios, donde el exceso de población reduce la vegetación y los animales se vuelven delgados y enfermizos.
Los naturalistas prefieren manadas más pequeñas y sanas, pero hasta ahora el único remedio consistía en cazar a los elefantes o desplazarlos.
Los investigadores dispararon a las hembras con dardos cargados de vacuna en Sudáfrica.A la primera vacuna siguieron dosis de refuerzo a las seis semanas y a los seis meses.
Realizado el control un año después de la vacunación inicial, el 44% estaban embarazadas, mientras el 89% en un grupo de control al que se suministró un placebo estaban preñadas.
Las drogas de control de la naralidad han reducido los embarazos en un 70% entre los elefantes del Parque Nacional Kruger de Sudáfrica.
Los anticonceptivos no provocaron la conducta antisocial observada en las hembras a las que se les implantó artefactos.El efecto de la vacuna es reversible.
Los resultados de los ensayos aparecen en la revista científica Nature.
miércoles, 9 de diciembre de 2015
ALIMENTACIÓN
Todos los elefantes son herbívoros, lo que significa que consumen sólo vida vegetal, la consumirán dondequiera que vayan. Parte de la razón por la que han sido capaces de sobrevivir y evolucionar durante millones de años se debe a su inteligencia, lo que les falta en las habilidades básicas de supervivencia lo compensan con la creatividad, de hecho, puede ser fascinante ver elefantes alimentándose en su entorno natural.
Debido a su gran tamaño, pueden conseguir alimentos hasta de las zonas altas de los árboles. Incluso pueden usar la trompa para llegar a las frutas que crecen donde otros tipos de animales simplemente no puede llegar. Son muy inteligentes cuando se trata de conseguir comida, ellos no andan por ahí dejando comida para otros animales que pasen luego.
Por ejemplo, si el alimento que ellos quieren está demasiado alto, envuelven la trompa alrededor del tronco y lo agitan rápidamente, este proceso generalmente les brinda un montón de alimento cayendo de los árboles para ellos y sus crías. Si eso no funciona el elefante solo puede tomar todo el árbol o la planta y echarlo a tierra y luego consumirlo.
Uno de los mayores problemas que enfrentan en la naturaleza es la falta de alimento disponible. Sus hábitats continúan siendo cada vez más y más pequeños y tienen menos opciones para la alimentación además de la competencia en algunas áreas con otros elefantes por las mismas fuentes de alimento.
Los elefantes pueden pasar hasta 16 horas al día en busca de comida. Ellos no parecen tener prisa por encontrarla, y se toman su tiempo de pastoreo. Una de las razones por las que tiene que consumir tanta comida diaria se debe a sus inmensos cuerpos. Ellos sólo procesan alrededor de 40% de lo que comen.
El proceso de la digestión para el elefante es muy diferente que la de otros animales. Realmente no se entiende por qué sus cuerpos no digieren más de lo que consumen. Tienen que consumir mucha agua, esto se hace a través de la trompa. Pueden consumir hasta 15 litros de agua de una vez aunque en ciertas partes del año es difícil para ellos encontrar esa cantidad de agua.
Ellos usan sus colmillos para cavar en el suelo a fin de encontrar los suministros de agua que necesitan, esta agua es utilizada también por otros animales en estado salvaje. Mucha gente siente que los hábitos alimentarios de los elefantes destruyen el medio ambiente a gran escala. Sin embargo, tienden a moverse con la suficiente frecuencia para no agotar en una determinada área toda la vegetación allí existente. Este movimiento, de hecho, permite que más de la misma crezca.
Las madres dan leche a sus hijos durante unos 4 años, aunque si queda embarazada en ese periodo de tiempo ella los destetara más temprano. Para que las madres puedan conseguir alimento suficiente para crear la leche, ellas amamantan a sus crías durante parte del día y luego otras hembras del rebaño vigilan las crías. Aunque los bebés pueden comenzar a consumir plantas cuando tienen alrededor de un año de edad, necesitan el valor nutritivo de la leche para crecer y prosperar.
Por desgracia, a medida que los elefantes se hacen más viejos los dientes empiezan a desgastarse, debido al tipo de dieta que consumen, es por esto que muchos de ellos terminan muriendo de inanición al llegar a viejos. Es un proceso lento y que parece llevar un peaje en todo el rebaño, debido a los fuertes lazos que se forman en sus manadas.
domingo, 6 de diciembre de 2015
ELEFANTES ASIÁTICOS
El elefante es el animal terrestre más grande del planeta, aunque el elefante asiático es ligeramente más pequeño que su primo africano. Se puede identificar al elefante asiático por sus orejas, que son redondas y más pequeñas. (La forma de las orejas de los elefantes africanos recuerda al continente africano.)
Las orejas de los elefantes irradian calor para ayudar a refrescar a estos enormes animales, aunque a veces no es suficiente. A los elefantes les encanta el agua, y disfrutan duchándose. Para ello, absorben agua con la trompa y se la rocían encima.
La trompa del elefante en realidad es una larguísima nariz multiusos: sirve para oler, respirar, barritar, beber y agarrar cosas, especialmente las que se pueden comer. Solo en la trompa tienen unos 100.000 músculos diferentes. Los elefantes asiáticos tienen una protuberancia parecida a un dedo en el extremo de la trompa que les permite agarrar objetos pequeños. (Los elefantes africanos tienen dos.)
Los elefantes usan los colmillos para cavar en busca de raíces y agua, arrancar la corteza de los árboles e incluso luchar entre ellos. Por desgracia, su marfil les ha dado muchos problemas. Al ser tan valioso para algunos humanos, muchos elefantes han sido abatidos para conseguir sus colmillos. En la actualidad este comercio es ilegal, pero no ha desaparecido del todo.
Los elefantes comen raíces, hierba, fruta y corteza, y lo hacen en grandes cantidades. Un elefante adulto puede consumir hasta 135 kilogramos de comida en un solo día.
Estos voraces animales no duermen mucho, y recorren grandes distancias en busca de las enormes cantidades de comida que necesitan para sustentar sus ingentes cuerpos.
Las hembras viven en manadas familiares con sus crías, mientras que los machos suelen vagar en solitario.
Tener un bebé elefante es un compromiso muy serio. El embarazo de las elefantas dura más que el del resto de mamíferos, casi 22 meses. Las elefantas suelen dar a luz una cría cada dos o cuatro años. Al nacer, los elefantes ya pesan unos 90 kilogramos y miden un metro de alto.
Los elefantes asiáticos han sido domesticados desde hace miles de años. Estas poderosas bestias se han empleado para mover objetos pesados, como árboles caídos, para transportar a humanos e incluso para luchar en guerras.
LOS ELEFANTES AFRICANOS
Los elefantes africanos son los animales terrestres más grandes de la Tierra. Superan ligeramente en tamaño a sus primos asiáticos, y se les puede reconocer por sus enormes orejas, que tienen una forma parecida a la del continente africano. (Las orejas de los elefantes asiáticos son redondas y más pequeñas.)
Las orejas de los elefantes irradian calor para ayudar a refrescar a estos enormes animales, aunque a veces el calor africano es demasiado para ellos. A los elefantes les encanta el agua, y disfrutan duchándose. Para ello, absorben agua con la trompa y se la rocían encima. Después suelen cubrirse la piel con una capa protectora de polvo.
La trompa del elefante en realidad es una larguísima nariz que sirve para oler, respirar, barritar, beber y agarrar cosas, especialmente las que se pueden comer. Solo en la trompa tienen unos 100.000 músculos diferentes. Los elefantes africanos tienen dos protuberancias parecidas a dedos en el extremo de la trompa que les permiten agarrar objetos pequeños. (Los elefantes asiáticos tienen una.)
Tanto los machos como las hembras tienen colmillos, con los que cavan en busca de agua y comida, y también los usan para arrancar la corteza de los árboles. Los machos usan los colmillos para luchar entre sí, pero el marfil también ha atraído una violencia mucho más peligrosa.
Como el marfil es tan valioso para algunos humanos, muchos elefantes han sido abatidos para quitarles los colmillos. En la actualidad este comercio es ilegal, pero no ha desaparecido del todo, y algunas poblaciones de elefantes africanos siguen en peligro.
Los elefantes comen raíces, hierba, fruta y corteza, y lo hacen en grandes cantidades. Un elefante adulto puede consumir hasta 135 kilogramos de comida en un solo día.
Estos voraces animales no duermen mucho, y recorren grandes distancias en busca de las enormes cantidades de comida que necesitan para sustentar sus ingentes cuerpos.
Las hembras viven en manadas familiares con sus crías, mientras que los machos suelen vagar en solitario.
Tener un bebé elefante es un compromiso muy serio. El embarazo de las elefantas dura más que el del resto de mamíferos, casi 22 meses. Las elefantas suelen dar a luz una cría cada dos o cuatro años. Al nacer, los elefantes ya pesan unos 90 kilogramos y miden un metro de alto.
Los elefantes africanos, al contrario que sus parientes asiáticos, no se domestican con facilidad.
DIFERENCIA ENTRE ELEFANTES AFRICANOS Y ASIÁTICOS

El tamaño: Los elefantes asiáticos son más pequeños que los africanos. El asiático mide unos dos metros de altura, seis metros de largo y llega a pesar 5.000 kilos, mientras que el africano alcanza los 3,5 metros de alto, siete de largo y 7.000 kilos. Con este tamaño, el elefante africano es el mamífero terrestre más grande del mundo animal.
La forma de las orejas es otra de las pistas que nos ayudará a identificar la especie de elefante. El asiático tiene las orejas pequeñas y redondeadas, mientras que el africano las tiene más grandes, tanto que caen sobre sus hombros. Curiosamente, su forma recuerda al continente africano.
Otra diferencia la encontramos en la trompa: el asiático tiene sólo un lóbulo en el extremo superior. Es una especie de protuberancia –parecida a un dedo- que les permite agarrar pequeños objetos. Por su parte, los elefantes africanos tienen dos lóbulos en la trompa, uno arriba y otro abajo. Si ves un elefante sin colmillos, seguramente sea una hembra asiática. Sólo los machos asiáticos lucen largos y grandes colmillos. En África, todos los elefantes tienen colmillos.
La cantidad de dedos de sus patas es otra característica que les diferencia: el elefante asiático tiene cinco dedos en las patas delanteras y cuatro en las traseras. El africano puede tener cuatro o cinco dedos en las patas delanteras y tres en las traseras. Además, la cola del asiático es proporcionalmente más larga que el africano.
Por último, la forma del cuerpo del elefante nos revelará su procedencia. El lomo del asiático tiene forma de arco, con el punto más alto en el centro de la espalda. En cambio, el africano tiene el punto más alto del lomo en los hombros.
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